Publicado: Mar Jul 01, 2008 01:27Asunto: Y de los pagos...
De los pagos del tiempo me he llegao,
y a los pagos del tiempo he de seguir.
Rejuntando majadas de vergüenzas cansadas,
pa' brindarle el resuello de un sentir.
Y en los campos de naides pastorear,
la guachada que sola se ha quedao.
Y en los postes del hambre
via cortar el alambre,
pa' que naides se sienta acorralao.
Pueda ser que me aguante hasta llegar,
este flete de sueños que he montao.
Y pa'rrear despacito,
sin perrada ni gritos,
mis vergüenzas cansadas.
O en la cruz de un camino
ha de arrearme el destino
masticándome el alma.
De los pagos del tiempo me he llegao
y a los pagos del tiempo he de seguir.
Nunca digan que es nunca,
la esperanza se trunca
cuando el hombre se arruga e' sufrir.
Si lastima la nada del "no se",
y el sentir nunca es nada pa' saber.
Si la duda se agranda,
la conciencia se ablanda
y el vivir es distancia.
Pueda ser que me aguante hasta llegar,
este flete de sueños que he montao.
Y pa'rrear despacito,
sin perrada ni gritos,
mis vergüenzas cansadas.
O en la cruz de un camino,
ha de arrearme el destino
masticándome el alma,
masticándome el alma,
masticándome el alma.
De todos los pagos voy siguiendo huellas,
pa' que me conduzcan en noches serenas,
hacia el mismo cielo, a bajar estrellas,
pa' poner rodajas a mis nazarenas.
Yo no uso guitarra colgada a los tientos,
llevo seis colores de aurora temprana,
pero pongo siempre lo mismo que el viento:
una serenata en cada ventana.
Voy cruzando pampas y mis horizontes,
son las dos orejas de mi parejero,
y si en el camino se atraviesa el monte,
le cumplo visitas al zorzal parlero.
Y pa' mi defensa le puse fe al brazo,
pero siempre y cuando sea sin ventaja,
jamás abrió herida en llegao el caso,
no me gustan cosas que al hombre rebajan.
Yo también soy brisa y yo sé que al nardo
la virgen lo quiere por ser flor divina,
¡ah, malhaya!, nunca se convierta en cardo,
pa' que nunca sepa lo que es una espina.
Voy cruzando pampas confiado en mi suerte,
soy pompón de cardo que volando pasa.
Pero si apretado quedara en un brete,
seré la agonía de toda una raza.
De todos los pagos voy siguiendo huellas,
pa' que me conduzcan en noches serenas,
hacia el mismo cielo, a bajar estrellas,
pa' poner rodajas a mis nazarenas.
Yo no uso guitarra colgada a los tientos,
llevo seis colores de aurora temprana,
pero pongo siempre lo mismo que el viento:
una serenata en cada ventana.
De los pagos del tiempo, y Cardo; de y por José Larralde.
Yo me he criado a puro campo,
rancho, rebaño y maizal,
con noches de historias viejas
y mañanas de cristal.
Bajo un cielo de gaviotas
vi a mi padre trabajar:
no sé si sembraba coplas,
por el modo de cantar.
un día yo vi un camino
y me puse a caminar
y anduve, anduve y anduve
mezclando dicha y pesar.
Después de muchos trabajos
en un mundo fui a parar:
un mundo de extraño nombre...
Se llamaba... soledad.
Angustias, ingratitudes,
no me podran lastimar
Mientras viva en ese mundo
que se llama soledad.
Solo podría cambiarlo
-pero es imposible ya-
por una noche de cuentos
y una aurora de cristal.
Sólo podría cambiarlo
Pero es imposible ya:
Ni mi madre está en el patio,
Ni mi padre en el maizal...
... fijesé, fijesé, le via contar algo, uno escucha una zamba y le entra como una emoción que yo no la sé decir, no la sé explicar, pero le entra a uno como una emoción, siempre, sí; pero uno escucha una chacarera ¡y le entra una sed! ¡unas ganas de tomar vino!...
Atahualpa Yupanqui, haciendo un tema que dan como de su autoria, pero creo recordar, no lo es... editare mas tarde cuando confirme.
Era una cinta de fuego,
galopando, galopando.
Crin revuelta en llamaradas,
mi alazán te estoy nombrando.
Trepo las sierras con luna,
cruzó los valles nevando.
Cien caminos anduvimos,
mi alazán te estoy nombrando.
Oscuro lazo de nieve
te pialó junto al barranco
¿Cómo fue que no lo viste?,
¿Qué estrella andabas mirando?
En el fondo del abismo,
ni una voz para nombrarlo.
Solito se fue muriendo,
mi caballo, mi caballo.
En una horqueta del tala
hay un morral solitario,
y hay un corral sin relinchos,
mi alazán te estoy nombrando.
Si como dicen algunos,
que hay cielos pal' buen caballo,
por ahi andará mi flete,
galopando, galopando.
Oscuro lazo de nieve
te pialó junto al barranco.
¿Cómo fue que no lo viste?,
¿Qué estrella andabas mirando?
En el fondo del abismo,
ni una voz para nombrarlo.
Solito se fue muriendo,
mi caballo, mi caballo.
Becho toca el violín en la orquesta
cara de chiquilín sin maestra,
y la orquesta no sirve, no tiene,
más que un solo violín que le duele.
Por que a Becho le duelen violines
que son como su amor chiquilines.
Becho quiere un violín que sea hombre,
que al dolor y al amor no los nombre.
Becho tiene un violín que no ama,
pero, siente que el violín lo llama
por las noches, como arrepentido,
vuelve a amar ese triste sonido.
Mariposa marrón de madera,
niño violín que se desespera,
cuando Becho lo toca y se calma,
queda el violín sonando en su alma.
Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor chiquilines.
Becho quiere un violín que sea hombre,
que al dolor, y al amor, no los nombre.
Vida y muerte, violín, padre y madre.
Canta el violín y Becho es el aire...
ya no puede tocar en la orquesta,
porque amar y cantar; eso cuesta.
El violin de Becho, de y por Alfredo Zitarrosa y con la intervencion de Carlos "Becho" Eizmendi.
Crece desde el pie, musiquita,
crece desde el pie;
uno, dos y tres, derechita,
crece desde el pie.
Crece la pared por hiladas,
crece la pared;
crece desde el pie amurallada,
crece desde el pie.
Dentro de su lata la mata,
crece desde el pie;
crece desde el pie la fogata,
crece desde el pie.
Crecen los mejores amores,
crecen desde el pie;
para sus colores, las flores
crecen desde el pie.
Crece desde el pueblo el futuro,
crece desde el pie;
ánima del rumbo seguro
crece desde el pie.
Cantan para usted los cantores,
crecen desde el pie
un poco de fe y los tambores
pueden florecer.
Crece desde el pie la mañana,
crece desde el pie
el sonido de la campana,
crece desde el pie.
Crece desde el pie la semana,
crece desde el pie
no hay revoluciones tempranas,
crecen desde el pie.
No olvides que el día y la hora
crecen desde el pie,
después de la noche la aurora
crece desde el pie.
Crece la pared por hiladas...
No olvides que el día y la hora...
Crece desde el pueblo el futuro...
Las manos de mi madre
parecen pájaros en el aire,
historias de cocina
entre sus alas
heridas de hambre.
Las manos de mi madre
llegan al patio
desde temprano,
cuando amasan la vida
horno de barro,
pan de esperanza.
Las manos de mi madre
llegan al patio desde temprano,
todo se vuelve fiesta
cuando ellas vuelan
junto a otros pájaros,
junto a los pájaros
que aman la vida
y la construyen con el trabajo,
arde la leña, harina y barro,
lo cotidiano
se vuelve mágico.
Las manos de mi madre
me representan un cielo abierto
y un recuerdo añorado,
trapos calientes en los inviernos.
Ellas se brindan cálidas,
nobles, sinceras, limpias de todo.
¿Cómo serán las manos
del que las mueve gracias al odio?
Las manos de mi madre
llegan al patio desde temprano,
todo se vuelve fiesta
cuando ellas vuelan
junto a otros pájaros,
junto a los pájaros
que aman la vida
y la construyen con el trabajo,
arde la leña, harina y barro,
lo cotidiano
se vuelve mágico.
Las manos de mi madre...
Crece desde el pie, de Alfredo Zitarrosa y Como pájaros en el aire, de Peteco Carabajal por Los Trovadores.
Registrado: 15 Jul 2006 Mensajes: 5735 Ubicación: Ciudad Aut. de Bs. As., Argentina
Publicado: Jue Jul 03, 2008 01:51Asunto:
Y... esto es pura poesía...
La Pomeña. Por Pedro Aznar
Letra: Manuel J. Castilla
Música: Gustavo "Cuchi" Leguizamón
Eulogia Tapia, en la poma,
al aire da su ternura,
si pasa sobre la arena,
y va pisando la luna,
si pasa sobre la arena,
y va pisando la luna.
El trigo que va cortando,
madura por su cintura,
mirando flores de alfalfa,
sus ojos negros se azulan,
mirando flores de alfalfa,
sus ojos negros se azulan.
El sauce de tu casa,
te está llorando,
porque te roban, Eulogia,
carnavaleando…
porque te roban, Eulogia,
carnavaleando...
La cara se le enharina,
la sombra se le enarena.
cantando y desencantando,
se le entreveran las penas.
cantando y desencantando,
se le entreveran las penas.
Viene en un caballo blanco,
la caja en sus manos tiembla,
y cuando se hunde en la noche,
es una dalia morena,
y cuando se hunde en la noche,
es una dalia morena.
El sauce de tu casa está llorando
porque te roban, Eulogia,
carnavaleando...
porque te roban, Eulogia,
carnavaleando...
Cuan´ ya no alumbre,
el candil arisco de mi corazón:
vólvete a mi tierra,
llevate mis coplas,
y cántalas vos...
Que mi cerro sepa,
cómo lo he sentido, casi con dolor,
sembrando mis versos allá, en la quebrada.
Deciselo vos.
Sembrando mis versos allá, en la quebrada.
Deciselo vos...
Que toda la Puna
vibre con el eco de cada canción.
Que alguien las entone, de pie y cara al cielo,
pero que seas vos.
Que alguien las entone, de pie y cara al cielo,
..¡pero que seas vos¡.
Quiero darle al viento,
un poncho de notas con flecos de sol,
que envuelto en mis zambas las silbe y las baile.
Pedíselo vos.
Que, envuelto en mis zambas, las silbe y las baile.
¡Pedíselo vos¡.
Si te ponés triste,
pensá que en la noche embrujada estoy yo.
Que si se lea perdido mi canto en la sombra;
¡perdurará en vos¡.
Que si se ha perdido mi canto en la sombra;
¡perdurará en vos¡.
Que toda la Puna
vibre con el eco
de cada canción.
Que alguien las entone, de pie y cara al cielo,
pero que seas vos.
Que alguien las entone, de pie y cara al cielo,
pero que seas vos.
Oscar Emilio Tirao más conocido como Cacho Tirao fue un guitarrista y compositor de música folclórica argentina.
Nacido el 5 de abril de 1941 en Berazategui, Provincia de Buenos Aires, aprendió a tocar la guitarra a los cuatro años de edad y al año siguiente fue premiado en su primera presentación radial.
Integró el célebre Quinteto de Ástor Piazzolla de 1968 a 1971. Trabajó con Osvaldo Tarantino, Dino Saluzzi y Rodolfo Mederos y acompañó a Josephine Baker.
Se destacó como solista virtuoso, componiendo e interpretando tango, milonga, zamba, chacarera y otros diversos géneros musicales. Entre sus particulares composiciones se destacan "La Milonga de Don Taco" que compuso en memoria de su padre, "La Milonga del Nino deseado" dedicada a su nieto y la excelente bossa nova titulada "Sonveri", grabada para CBS en 1980 en el álbum "Selección Especial de Cacho Tirao".
Grabó 36 discos, el primero como solista en 1971 "Mi guitarra, tú y yo"; y el último en 2006, "Renacer", tras recuperarse de una hemiplejía sufrida a raíz de un accidente cerebrovascular.
Su obra más célebre es el concierto para guitarra y orquesta sinfónica "Conciertango Buenos Aires", estrenado en Bélgica en 1985.
Alcanzó altos niveles de popularidad en la década de 1970, cuando conducía el ciclo Televisivo "Recitales Espectaculares", al punto que una de sus grabaciones en 1978 vendió más de un millón de placas.